Elecciones generales 2019: la (des)unión hace la fuerza
Elecciones
generales 2019: la (des)unión hace la fuerza
En las elecciones
generales del 28 de abril de 2019 hemos visto,
por encima de cualquier sorpresa electoral relevante, una participación rozando
máximos como hacía más de 20 años que no se veía. Sin duda para mí, esta
participación ha sido clave en la victoria del PSOE. El segundo hecho relevante
ha sido la aparición de VOX como quinta fuerza en el panorama político español.
¿Cuál ha sido la causa de que la derecha sume solo 146 escaños? ¿Pueden
convivir 5 partidos con este sistema electoral, y sobre todo 3 partidos de “derechas”?
En primer lugar quiero
comenzar con unos datos muy interesantes:
-Elecciones
2011: PP 186 escaños con 10,8 millones de votos
-Elecciones
2015: PP + Ciudadanos 163 escaños con 10,7 millones de votos.
-Elecciones
2016: PP + Ciudadanos 169 escaños con 11 millones de votos.
-Elecciones
2019: PP + Ciudadanos +Vox 147 escaños con 11,1 millones de votos.
Como podemos ver, a
pesar de haber bajado en escaños por la Ley D`Hont, la derecha ha mantenido los
11 millones de votos con los que consiguió la mayoría absoluta en 2011. ¿Por qué con el mismo número de votos ha
perdido más de 30 escaños la derecha? Porque la participación ha subido del 68%
al 75%. Pero todo esto no culpa solo de la Ley D´Hont y la Ley Electoral
para las provincias. Lo que ha sido llamativo y con lo que he comenzado el
texto ha sido la movilización de la izquierda y los nacionalistas, que ha
conseguido devorar todos los escaños de la derecha y que muchos de los votos de
estos fueran directamente a la basura.
1) No sé si ha sido
gracias a VOX que ha despertado a los nacionalistas y les ha visto obligados a
votar para no perder los privilegios con los que cuentan ahora, o si ha sido el
PSOE el que ha movilizado más a la izquierda. Probablemente haya sido una
mezcla de ambas. Es innegables lo bien que ha jugado sus cartas los asesores
del PSOE. La estrategia de meter a Ciudadanos en el saco de la derecha se vio
clara en el debate no parando de repetir: “las tres derechas….” Parece que el
la izquierda ha sido más efectiva transmitiendo el mensaje de que la derecha va
a bajar los impuestos sólo a los ricos, la derecha nos roba con la corrupción y
la derecha quiere el enfrentamiento de los catalanes. Ninguno de estos argumentos ha alterado los 11 millones de votos que
recibe la derecha de manera sistemática.
El único mensaje que ha
calado ha sido el de: cuidado que viene
la extrema derecha a quitarnos todos nuestros derechos. Del mismo modo que
pasó con Podemos y se advertía de sus peligros la derecha ha reaccionado, solo
que esta vez no había un electorado tan grande por movilizar ya que la derecha
siempre ha votado en las elecciones. No ha sido la pérdida de votos de la
derecha lo que le ha dado la victoria al PSOE, ha sido la movilización del electorado
de izquierdas el que, votando en masa, ha hecho que los escaños de decanten
hacia el lado socialista o independentista.
2) Es ventajista quejarse ahora de la Ley D´Hont. Es cierto que la
derecha hubiera tenido mejores resultados con una ley directa de votación pero
no es justo quejarse ahora de ello. Ha habido muchos años para cambiarla y si
no se ha hecho es porque no convenía. Cuando
estaba Izquierda Unida, UPYD no convenía a la derecha el cambio de la ley
electoral ya que el voto se concentraba todo en el PP. Eso fue lo que le
dio la mayoría absoluta en 2011, junto con una participación del 68%.
3) Mediante este
sistema es muy complicado que la derecha vuelva a gobernar. Poniendo que 37
millones de personas van a votar y realmente un mínimo de 26 millones lo hacen
(70%), ya era difícil que la derecha gobernara y lo será más aún con tres
partidos de derechas. Es inviable que la
derecha gobierne mientras haya tres partidos que se presenten a las elecciones.
Las únicas opciones reales son que haya una grave crisis económica que haga que
el votante de izquierdas no vote, (68%, 2011), que Ciudadanos se escore a la
izquierda (la ha dado mejor resultado escorarse a la derecha) o que la entrada
de VOX alivie el peligro que sienten los votantes de izquierdas en estos 4 años
de perder sus derechos. Este efecto
blanqueamiento de Vox es igual que ha pasado con Podemos cuando en 2015 daba
miedo al electorado del PSOE y hoy en día sus votantes prefieren pactar con
Pablo Iglesias que con Ciudadanos.
4) Por tanto la estrategia de PP, VOX y Ciudadanos debe pasar por intentar
no movilizar a la izquierda. La estrategia de Ciudadanos en Rentería o de
Cayetana en Cataluña ha resultado ineficaz y perjudicial. La estrategia desde
mi punto de vista, debe ser menos hostil en Cataluña y País Vasco ya que quien
se siente español no necesita un partido tan agresivo y votará a los constitucionalistas
igualmente. Igualmente la estrategia de VOX, tan posicionada en el centralismo
ha movilizado a los votantes nacionalistas. Sin embargo Vox no puede cambiar de
estrategia, mientras que PP y Ciudadanos sí.
En conclusión, debe
desaparecer un partido entre PP, Ciudadanos y Vox. Bajo el sistema electoral actual no hay hueco para que los tres
partidos obtengan presentación y el bloque en conjunto sume mayoría absoluta.
La solución podría pasar por un pacto PP Ciudadanos que les beneficie en el
reparto de escaños. Es la única manera de ganar las elecciones en número de
escaños ya que la derecha siempre sumará sus 11 millones de votos.
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